Medalla de oro de primera Ley (750 milésimas) de la Virgen de La Carrodilla. Tiene un diámetro de 20 milímetros y un grosor de 0,5 milímetros.

Sabías que…

El culto a la Virgen de la Carrodilla tiene su origen hace más de 700 años en la población de Estadilla, en la provincia de Huesca (España), donde se encuentra el Santuario de la Virgen de la Carrodilla, en la sierra de su mismo nombre. 
La tradición dice que la Virgen se apareció a dos carboneros que iban a recoger leña al monte sobre su carro, y les pidió que se erigiera un santuario en ese mismo lugar. Cuando llegaron al pueblo y lo contaron, no les creyeron y se burlaron de ellos. Regresaron ante la Virgen y ésta hizo un prodigio para que les creyeran, la mano de uno de los carboneros quedó pegada a su mejilla sin que nadie pudiera despegarla. De esta manera se les creyó y se construyó allí el santuario.
La imagen de la Virgen se representa subida a un carro, por lo que para algunos podría tener su origen en la cristianización del culto pagano a la diosa Cibeles. Este culto se extendió por el mundo helénico primero y posteriormente por el mundo romano en la que se la representaba sentada en un carro conducido por leones. Se la consideraba la madre de todas las diosas y protectora de la naturaleza.

Durante la dominación musulmana se escondieron multitud de imágenes ante el temor de que fueran profanadas o destruidas, y este debió ser el caso con la Virgen de la Carrodilla, ya que tras la reconquista, se encontró en una cueva de la Sierra de Estadilla la figura de la Virgen sobre un carro, razón por la que se la denominó como Señora de la Carrocilla y más adelante evolucionó a Carrodilla. 
A finales del siglo XVIII , el culto se extendió a Mendoza (Argentina), de manos de un emigrante aragonés llamado Antonio Solanilla. Allí la Virgen se convirtió en patrona de los viñedos de la zona, y es la protagonista principal de las Fiestas de la Vendimia.