Hacía un tiempo que no nos llegaba un encargo de broche y este nos viene de lujo para contaros un poquito más sobre una pieza que ha perdido mucho protagonismo en los joyeros de un gran número de mujeres. Y es que, los broches son desde hace ya tiempo poco demandados en nuestro país, un dato que contrasta con su uso habitual en otros países como Alemania y zonas del norte de Europa.

Quizá muchas de vosotras pensáis que los broches pasaron de moda, porque todavía guardáis el recuerdo de los antiguos diseños que lucían vuestras madres o abuelas. Pues bien, con el ejemplo que hoy os traemos, esperamos convenceros definitivamente de que nada más lejos, podemos recuperar este versátil complemento con versiones mucho más modernas que aportarán un toque original a vuestro look, dando vida a jerséis lisos, chaquetas, abrigos, toquillas…

Al igual que sucede con los colgantes, son piezas que dan especial cancha a la creatividad. No existe un espacio determinado que nos delimite, como pueda ocurrir en otras piezas que requieren, por uso, ser más pequeñas, y ello nos permite jugar con gran variedad materiales, geometrías, volúmenes y texturas.

En concreto, detrás de la historia del que veis en la foto, hay una joven clienta que nos trajo su propio oro para que le elaboráramos un broche siguiendo una línea actual. A la hora de definir el diseño, estuvimos barajando diferentes opciones, de las que surgieron tanto la combinación de oro blanco con oro amarillo y la mezcla texturas. Tras coincidir en el tamaño, nos pusimos a modelar diferentes opciones con nuestro software 3D y le presentamos varias propuestas. Aquí podréis ver dos de ellas y una imagen de la que finalmente llevamos a cabo y con la que, sin duda, conseguimos sorprenderla.

Si tú también estabas pensando en una joya que te distinguiera, ¿habías caído en que el broche puede ser gran opción?. Puede que no, hasta ahora 🙂